¿Tiene el marketing digital algo que ver con el rock? En realidad, sí, y mucho. Ambos comparten una historia de incomprensión, resquemores, rechazo a lo novedoso o al menos un inestable amor-odio.
De modo que no se trata de una relación gratuita o rebuscada. El marketing digital y el rock tienen mucho que compartir y su historia tiene bastante que enseñar, tanto a quienes no creyeron en la música como a quienes no creen en la estrategia de comercialización.
Transgresión de tradiciones morales y de conducta, así como ruptura con los esquemas sociales impuestos hasta el momento, caracterizaron al rock en los años de su nacimiento, allá en los años 50.
Desde los años de su nacimiento a finales de los 90 hasta el presente, el marketing digital ha sido una pesadilla para los responsables financieros de muchas empresas y de buena cantidad de gestores de Pymes, porque rompe con los canales tradicionales de mercadeo y publicidad e invita a entrar a la transformación digital
Para muchos inversores, no sólo en el pasado, sino en la actualidad, el rock sino en su presente, representa una mala inversión, aún cuando tiempo después un disco o un grupo demuestra ser un enorme éxito de ventas.
Igualmente, el marketing digital es percibido todavía como una fuente de gastos improductivos, aunque ha demostrado su eficacia miles de veces.
El rock sirvió de vehículo para movimientos culturales y sociales, lo que llevó a la generación de subculturas importantes o de contraculturas como la hippie.
El marketing digital representa un enérgico desarrollo vinculado a la transformación digital y a nuevas vías de comunicación como sitios web, correo electrónico, aplicaciones o redes sociales, y con infinidad de nuevos dispositivos. Tanto medios como usuarios son un nuevo movimiento cultural y social con códigos diferentes a los del pasado.
Cuando los inversores no comprenden el rock es muy frecuente que sencillamente eliminen o recorten la financiación de un disco o un concierto.
Esta falta de comprensión se ve también en el marketing digital. Cuando las cosas no van bien, muchas empresas eliminan o recortan la inversión en ese rubro ya sea porque no se logran los niveles de facturación establecidos o porque los gastos fijos son muy altos.
Pero desde los años 50 con Elvis Presley o Chuck Berry hasta las décadas siguientes con The Beatles o The Rolling Stones y más adelante con Jimi Hendrix, Janis Joplin, Grateful Dead o Led Zeppelin hasta el presente con cientos de exponentes como Twenty One Pilots, Coldplay o Linkin Park, el rock ha demostrado y demuestra ser una magnífica inversión. Basta con aceptar el cambio que representa.
Igual sucede con el marketing digital. Ha llegado para quedarse aunque sea muchas veces incomprendido. Ha llegado para mejorar la vida de las Pymes, las cuales tendrán que beneficiarse de las novedades inherentes a la transformación digital. Únicamente hay que aceptar el cambio.